Desde el año 2013 se inició por parte de los miembros de la Junta de Acción Comunal del barrio Primero de Mayo, en Santa Ana, Magdalena, las acciones tendientes a desmontar un inmenso tanque metálico que dejó la compañía canadiense transportadora de petróleo, Andian National Corporation Limited, y que hoy en día está ad portas de cumplir su primer siglo.
Y es que según inscripción en el cuerpo del tanque éste fue construido en el año 1926 y quedó instalado en el terreno donde operaba la estación de bombeo de la compañía petrolera, el cual fue donado al municipio de Santa Ana al momento en que esta abandonó sus operaciones en este municipio.
Según las fechas conocidas han transcurrido 7 años de derechos de petición y tutelas que han buscado desmontar el mencionado tanque y no esto no ha sido posible, pese a que con el pasar del tiempo se ha convertido en un peligro para las viviendas que están a su alrededor.
A pesar de todas las diligencias realizadas por presidentes de Juntas de Acción Comunal frente a 3 administraciones, el tanque que está a escasos 6 años de cumplir un siglo, está que se desmorona a pedazos, puesto que desde el momento mismo en que la Compañía suspendió operaciones en este municipio, jamás se le ha hecho mantenimiento pese a que es considerado como un patrimonio arquitectónico y arqueológico del municipio.
Cabe mencionar que el Dr. Maurizio Jíménez, el encargado ad honorem del Museo Etnográfico de Santa Ana, es quien se la juega por el desmonte con fines de preservación ya que aparece registrado en los muebles de interés arquitectónico y arqueológico, sin embargo, se supo de manera informal, que habría una licencia para la chatarrización.
Cabe decir que varios habitantes del barrio Primero de Mayo, quienes han convivido por lo menos 32 años con este tanque, se resisten a que se desmonte por piezas con el propósito de venderlo por chatarra, de la misma manera el consejo municipal de cultura y activistas artístico-culturales se oponen rotundamente a su chatarrización.
Ellos consideran que ese tanque hace parte de la memoria cultural e histórica de nuestra región, por lo que se hace necesario una gestión ante las entidades que corresponda con la finalidad de que se desmonte técnicamente y se reubique para su preservación dado a que hace parte del legado histórico de Santa Ana.