La Cuarta Via

Aplaudo el modelo de gestión comunal de ahora, el que proponen…no

En la Cuarta Vía

Por Nicolás Díaz Cueto

Nunca antes los comunales habían tenido tanto preponderancia en la gestión del desarrollo de sus comunidades como la que tuvieron ahora con el proyecto de la “revolución del pavimento” de la actual administración de Magangué en cabeza de Pedro Alí.

Y me voy a referir a este tema, apartándome de otros que cuestionaría, porque, además, es un tema que lo han maximizado a ser un caballito de batalla en este proceso electoral.

Digo que estoy totalmente acorde con lo propuesto para la gestión del programa, la oportunidad que la comunidad participe activamente con la pavimentación de sus calles, un parque u otras obras, y que sean ellos los administradores de sus recursos, supervisen la obra y apuesten a generar un recurso adicional que mucha falta le hace falta al municipio, si es que se pretende generar obras de gran impacto y seguir un modelo de desarrollo sostenible..

Y digo, que no estoy de acuerdo con la propuesta que anda circulando en medio de la puja electoral, que la gente no pague nada y que el municipio lo haga con recursos de regalías; primero, exceso de populismo para ganarse un voto, segundo como impedir que el municipio tenga más ingresos y que las obras se vean directamente reflejada en las mismas comunidades; ¿acaso no es el espíritu de la valorización?,  una contribución que tiene destinación específica para la construcción de un conjunto de obras, pues bienvenido ese aporte a través de los comunales; los recursos de regalías deben jalonar obras de gran impacto municipal, que requiere el municipio ya.

No puedo ser irresponsable con las finanzas municipales, tampoco con la participación comunal, menos aún con la visión de desarrollo que necesita el municipio y que para implementarla requiere precisamente de recursos, de muchos recursos, y el presupuesto de Magangué no los tiene.

Me van a decir, de seguro, que la ejecución del proyecto ha tenido muchos errores, la verdad no lo sé, de tantas cosas que se dicen, pero bueno, si los tiene que se corrijan, yo lo que hablo es del espíritu del proyecto, así es como debe ser, es lo real , lo tangible, lo otro es cuestión de proselitismo; no borremos de un portazo la participación directa de la comunidad para jalonar su propias obras, para proponer, para forjar espíritu cívico.

Me decía un amigo que muchas obras se lograron hacer en otrora porque la comunidad participo, no se llamaba “revolución del pavimento”, era “participación comunitaria”, la administración entregaba los materiales y la gente entregaba recursos y mano de obra para pavimentar sus calles y barrios; era la Magangué con pujanza cívica, algo que debemos propender.

Que hay que ser más transparentes, que hay que supervisar mejor las obras, que hay que crear un cuerpo consultivo y asesor al proyecto, que hay que hacer rendición de cuentas del programa, lo que sea que haya que hacer, ese es el reto del próximo gobierno, blindar definitivamente el proceso, además de institucionalizarlo, ese es el camino, lo otro es un adefesio electorero nacido de la genialidad de un asesor de marras.

Lo digo nuevamente para dejarlo claro, apoyo la propuesta con la que se arrancó este programa y hay que seguirlo, mejorar lo que hay que mejorar, en otros temas específicos de la actual administración tengo cuestionamientos, pero en este, si tengo que aplaudir, eso no me quita lo valiente.   

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