El cierre repentino de la compuerta del Túnel 1, que conduce el agua del embalse hacia la casa de máquinas, traerá como consecuencia inmediata que ya no fluirá agua por el cauce del río Cauca desde la desembocadura del río Ituango hasta La Mojana/Depresión Momposina, pasando por Puerto Valdivia, Puerto Antioquia, Tarazá, Cáceres, Caucasia y Nechí; es decir, el río Cauca se secará entre el muro y su desembocadura en el río Magdalena, quedando en el cauce del río un lodazal y piedras al descubierto, visibles a simple vista, es lo que se prevé.
El río Magdalena tiene muchos afluentes que tributan sus aguas en ambos lados de su cauce. El mayor de todos es el Cauca. El Cauca es navegable en dos tramos, interrumpidos por un sector donde se encañona entre las cordilleras, así: desde Puerto Mallarino, cerca de Cali, hasta La Virginia, Risaralda y desde un punto cercano a Puerto Valdivia, Antioquia, hasta desembocar en el brazo de Loba del río Magdalena
En el recorrido del río desde el sitio de la presa, el caudal se alimentará de otros afluentes. Así, en Puerto Valdivia, se registrarán caudales de 55 metros cúbicos por segundo, en Cáceres subirá a 110 y en Nechí será de 170 m3.
En esta época del año hay abundancia de peces. Bocachico, bagre, dorada y mojarra amarilla están a la orden del día. Usualmente, un pescador podía vender hasta 15 cavas en una semana. Cada cava tiene capacidad de más o menos 40 pescados y un valor de unos 240.000 pesos. Hoy no alcanzan a vender una sola cava.
Pero la preocupación también va para esas veredas y corregimientos que, además de ser pescadores 100%, también quedan aisladas pues no hay manera de navegar el río y mucho menos en las áreas de ciénaga de sacar las cosechas de arroz que pueden tener. Y es que el arroz es otro de los productos afectados, pues la baja del río no solo llega hasta Nechí. Alcanza las áreas de la Mojana, zona inundable y donde predomina el cultivo del grano, que depende, además de su sistema de riego.
El ecosistema de La Mojana y, en general, de la Depresión Momposina, sufrirá los efectos de la falta de llegada de los nutrientes que les aporta normalmente el río Cauca. Por estos días está en veremos si la ruta de su desembocadura continuará llegando al río Magdalena o perecerá en Ituango, Antioquia
Según la Aunap de Hidroituango a Magangué hay 3.853 pescadores carnetizados por la autoridad y unos 16 mil que trabajan informalmente.
Normalmente, el caudal del rio Cauca que penetra al rio Magdalena alcanza los 500 metros cúbicos por segundo, lo que considerablemente dejara de llegar.
Desde EPM señalaron que esperan que el próximo viernes, cuando la cota del embalse alcance los 401 metros sobre el nivel del mar, inicie el proceso de normalización del caudal del río Cauca en esta zona de Antioquia, Córdoba y Sucre, los departamentos más afectados ante la actual contingencia.
Sobre las implicaciones ambientales como consecuencia de la interrupción del fluido del Río Cauca, Modesto Portilla, docente del departamento de Geociencias de la Universidad Nacional, explicó que “”El ecosistema no es solo el río, sino también las ciénagas, si se interrumpe la conexión entre ambos, se está cambiando todo”.
Si todo sale como lo planea EPM, serán cinco días en donde van a verse reducidos los caudales, así como los volúmenes de las ciénagas, lo peligroso es que las ciénagas se sequen. Si esto ocurre estas especies que habitan allí y que no les gusta irse para los ríos porque son estacionarias y no migratorias, probablemente se van morir allá adentro, pues ellas muchas veces no buscan el agua fresca sino que se entierran en el fango, entonces si los cinco días se alargan a 10 o 15 harán que la emergencia se vuelva de mayor magnitud”
Sin embargo, para Hubert Tarriba, especialista en medio ambiente, “las aguas de las Ciénegas están en su mínima expresión por lo que estas especies van saliendo”, para él si hay migración en búsqueda de aguas frescas y oxigenadas, por ello, ha venido alertando “ellas en estos momentos están haciendo esa migración y al encontrarse con el panorama de Hidroituango se agrava porque interrumpe ese ciclo natural”
Por décadas, el río Cauca ha sido impactado. Cada año se le vierten alrededor de 205 toneladas de mercurio. Ahora su sequía llama la atención del país por la catástrofe ambiental y social que representa. Sin embargo, su dolor viene de tiempo atrás.