Muy simple resulto el ultimo adiós al maestro Antonio Botero Palacio, el poeta, novelista, historiador y gestor cultural que le regalo al puerto su himno, durante la ceremonia religiosa, presidida por el obispo Ariel Lascarro Tapia, en la Catedral Nuestra Señora de La Candelaria, se realizaron los homenajes para destacar la memoria del ilustre hijo adoptivo de Magangué.
Una ceremonia que contó con la presencia de familiares, allegados y amigos, pero se destacó la no presencia de otras personalidades, autoridades, y de un número mayor de público.
Los homenajes fueron presididos por los miembros del Centro de Historia Villa de Magangué, del cual Botero Palacio era Presidente Emérito, y contaron con decretos y resoluciones In Memoriam en notas de estilo de la Alcaldía de Magangué, Colegio Nacional de Periodistas capitulo Magangué, Club de Leones, Concejo Municipal, y la participación del diputado Cesar Pion, familiares y poetas que dieron a conocer letras dedicadas al maestro.
Uno de los momentos sensibles fue la entonación del himno de Magangué al final de la ceremonia, como también del coro diocesano bajo la tutela de la docente del Centro Cultural Victoria Cervantes, hija del también maestro Francisco “Chico” Cervantes, quien fue el que ayudó con la musicalización el himno a Botero Palacio.
En el momento de su sepelio en el Jardín de la Candelaria las exequias se cumplieron cabalmente con una simplicidad no esperada.
Foto Israel Lora
