Desde hoy, y hasta el próximo domingo, los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo se reúnen en el Vaticano para abordar la crisis de abusos sexuales a menores dentro de la Iglesia católica. Save the Children insta a la institución a que adopte un firme compromiso de lucha contra los abusos y a que tome medidas claras y concretas para convertir todos los espacios de la Iglesia en espacios seguros para la infancia.
La organización pide a la Iglesia católica que implemente protocolos de prevención en todos aquellos entornos en los que haya presencia habitual de niños y niñas, que forme al personal eclesiástico contra los abusos y otras formas de violencia, que exija el certificado de delitos sexuales al personal que vaya a trabajar con menores y que denuncie los casos de abuso que se conozcan a las autoridades competentes.
“Es inaceptable el encubrimiento que ha habido durante años en el seno de la Iglesia, así como el trato y la falta de protección a las víctimas que han decidido denunciar. La cumbre que se desarrollará estos días en el Vaticano se presenta como una oportunidad para que la comunidad eclesiástica se incorpore a la lucha contra los abusos sexuales desde la colaboración y transparencia. La Iglesia debe mostrar tolerancia cero frente al abuso”, afirma Ana Sastre, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save the Children.
Por primera vez en la historia, los 200 líderes de la Iglesia católica en todo el mundo se reúnen a pedido del papa argentino para hablar de un crimen odioso, que ha minado la credibilidad de la institución en todos los continentes y que ha sido encubierto y negado durante décadas.
El papa Francisco desea cambiar la mentalidad de los obispos con un método muy jesuita, a través de tres días de debates, discursos, reuniones intercaladas con oraciones, pero sobre todo escuchando los conmovedores testimonios de víctimas de abusos sexuales cuando eran niños.
“Considero esta reunión un acto de fuerte responsabilidad pastoral ante un desafío urgente de nuestro tiempo”, explicó el domingo el papa, cuyo pontificado se ha visto ensombrecido por la multiplicación de denuncias en Estados Unidos, Chile, Australia o España.
“Es el momento de la verdad. Aunque dé miedo y nos humille”, reconoció el arzobispo maltés Charles Scicluna, entre los mayores expertos sobre el tema y uno de los organizadores de la cumbre.
La jornada del jueves se abrirá con un momento de oración seguido de un video con testimonios de víctimas y una introducción del papa, para luego entrar en el tema de la responsabilidad.
▶️El Papa Francisco ha inaugurado la histórica cumbre #antipederastia, un encuentro sin precedentes en el seno de la iglesia católica.@Pontifex_es ha pedido que "que se escuche el grito de los que piden justicia".
— Noticias CMM (@CMM_noticias) February 21, 2019
Francisco ha instado a que se adopten medidas concretas. pic.twitter.com/thskNEyJUp
El discurso que pronunciará el papa el domingo como conclusión del encuentro ha provocado muchas expectativas.
Pese a la mano dura prometida y a la introducción del delito contra menores al inicio del pontificado, Francisco no ha logrado en estos seis años el apoyo concreto de los episcopados para combatir la pederastia con armas judiciales civiles.
Los organizadores de la cumbre esperan por ello que anuncie una serie de medidas a corto, mediano y largo plazo.
Medidas que para las víctimas y las organizaciones que los representan, no pueden esperar.
“Pedimos que se apliquen con rigor y rápido las leyes que existen, la tolerancia cero. Que se entreguen esos criminales a la justicia civil. No sólo a los que abusan sino también a los que encubren”, clamó el chileno Juan Carlos Cruz, una de las doce víctimas de varias partes del mundo recibidas el miércoles en el Vaticano.
Por ello, paralelamente a la cumbre vaticana, han organizado una contra-cumbre en Roma con víctimas de todos los continentes que cuenta con el apoyo de organizaciones internacionales antipederastia como Snap y Eca, y que incluye conferencias, marchas y vigilias.
“El tiempo de las palabras ha pasado. Queremos actos concretos, ver aplicar medidas contundentes en pocas semanas”, resumió el italiano Francesco Zanardi, de la Red L’Abuso.