Por: J. J. Rubiano “Desde la Orilla del Mar”
Y no es solo por lo que le deparara al mundo el coronavirus de la covid-19 o su nueva cepa, que dicen los científicos es más infecciosa que la original, que de por sí ya esa es de gran incertidumbre para la raza humana.
En Colombia la incertidumbre es grande de lo que pueda ser este año en materia de salud, educación, política, economía y seguridad, solo por nombrar algunos de ellos.
Por ejemplo, en materia de salud y específicamente hablando de la covid-19, el gobierno ha dicho que tiene lista ya 29 millones de dosis de vacunas para los colombianos que realmente son 19 teniendo en cuenta que una de ellas requiere de dos dosis. Ha dicho que el mes de enero es el mes de la organización para la vacunación, pero lo que no se le ha dicho al pueblo es cuándo comenzará la vacunación y mientras tanto el contagio sigue propagándose y aumentando con el pasar de los días.
Lo preocupante es el hecho de que en otros países en donde el contagio inicio mucho después que, en nuestro país, ya el proceso de vacunación a la población ya inicio. Incertidumbre porque no se entiende por qué si el 31 de diciembre se expidió la resolución mediante la cual se atiende el fallo de tutela que obliga a que los que lleguen a Colombia presenten la prueba negativa que había suspendido el gobierno y que un juez ordenó que se hiciera, no se les ha comunicado a los colombianos y si no es por un medio de comunicación que lo hizo público seguiríamos desconociéndolo. ¿Por qué ocultar esa decisión?
Incertidumbre en materia educativa, pues mientras el gobierno está haciendo fuerza para que los estudiantes regresen nuevamente a las aulas, tanto padres de familia como profesores no están de acuerdo, ni con el regreso ni con el modelo de alternancia.
Tengo que reconocer que es de las pocas veces que estoy de acuerdo con lo educadores del país pues es una verdad de “Perogrullo”, que las instituciones educativas oficiales no cuentan con los elementos necesarios de bioseguridad para hacer la contención de contagio del virus.
Gran incertidumbre en materia económica, pues no se pude desconocer que no es solo Colombia sino el mundo, en donde las finanzas están mal como consecuencia de la pandemia y son muchas las plazas laborales que se han cerrado, pese a que desde el gobierno central se dice que se han logrado recuperar muchas de ellas.
Los trabajadores son la fuerza que mueve la economía y eso no se puede desconocer, pero en nuestro caso el gobierno no los premio sino por el contrario los castigo al momento de hacer el incremento del salario mínimo. Alza que además de “pírrica”, se “esfumo” con el solo incremento de la gasolina para el mes de enero en 100 pesos, y hoy se puede decir que el poder adquisitivo de la clase trabajadora quedo peor que antes del alza.
Preocupación y muy grande porque el gobierno ya anuncio que presentará una nueva reforma tributaria – así quiera llamarla reforma fiscal, cambia el nombre, pero los objetivos son los mismos- para recuperar la inversión que ha tenido que hacer como consecuencia de la pandemia.
Incertidumbre en materia política porque el país está atravesando –a mi manera de ver- talvez la más dura crisis de institucionalidad porque el pueblo les perdió la confianza a sus gobernantes y porque la dirigencia política polarizó a la nación ubicando a cada uno de los compatriotas en una esquina.
Un gobierno que está haciendo totalmente lo contrario a la plataforma que prometió para llegar al poder, por ejemplo, menos impuesto y mejor salario e hizo lo contrario, mas impuesto y menos salario; no al fracking y ya autorizaron el primer contrato para la exploración del crudo por medio de esta práctica que afecta al ecosistema.
Pero la incertidumbre más grande se centra en las masacres sistemáticas que se vienen dando contra los líderes sociales y los firmantes del proceso de paz.
A los colombianos los están matando por pensar diferente y reclamar sus derechos y esto no puede ni debe seguir.
Son MASACRES y no asesinatos selectivos como lo quiere hacer ver el gobierno, cuya única respuesta es consejos de seguridad y entrega de recompensas, que no arrojan resultados en capturas de sus autores.
Me temo y espero que este equivocado, que el pueblo reactivará nuevamente las protestas en contra del gobierno, un gobierno que como el disco de Shakira ha sido ciego, sordo y mudo ante la realidad de la nación.