La Cuarta Via

Arrancó la carrera por el poder

En la Cuarta Vía

Por: J. J. Rubiano Desde la Orilla del Mar

La mejor muestra de lo mal que le ha ido al gobierno de Iván Duque o del que diga Uribe –como sucedió en este caso- es que casi con dos años de anticipación a que se posesione el nuevo gobierno ya arrancó la campaña presidencial, algo que normalmente no sucede sino con un año o a lo sumo 18 meses de anticipación.

Y es que desde ya como en botica, hay candidatos o precandidatos presidenciales de todas las vertientes políticas que han anunciado su intención de participar en la justa electoral del 2022, todos con una identidad más política que programática; derrotar al candidato que pueda señalar a dedo o recibir el guiño de ex senador Uribe.

Y es que está claro que no solamente desde la clase política colombiana, sino desde el pueblo en general, hay un cansancio y un deseo de no continuar siendo gobernados por el ala ultraderechista que representa el Centro Democrático en el poder.

La mejor muestra de ello es la caída vertiginosa en la imagen y favorabilidad tanto del Presidente Duque como del otrora líder político Uribe Vélez, a quien sus mismos áulicos que le siguen sus doctrinas, quisieron hacerlo ver como un ser superior hasta el punto de compararlo con Dios.

Tanta ignorancia y gobernar con soberbia y en contra de las necesidades del pueblo, tenía que dar los resultados negativos que hoy se están viendo.

El “ramillete” de precandidatos al primer cargo de la nación –porque el segundo es el de Fiscal, según Barbosa- es de todas las tendencias e ideas que lógicamente no compaginan con las de la ultraderecha que representa este gobierno.

Hay candidatos de la izquierda, izquierda moderada, izquierda de centro al igual que los de centro con tendencia a la derecha, centro con tendencia a la izquierda y los de centro neutro, es decir aquellos que están opuestos de las dos tendencias.

Las últimas encuestas demuestran que la intención de voto de los colombianos para las próximas elecciones – por ahora- van destinados a dejar atrás 20 años de hegemonía impuesto por las ideas de la ultra derecha.

Dejan claro además que hay una ruptura al interior de la colectividad de gobierno, que no tiene claro quién será su candidato, pues mientras unos –muy pocos, por cierto- le apuestan a que sea “el delfín” de Tomas Uribe, otros consideran que no es el “gallo” para dar la pelea en una contienda que de salida ya está embolatada.

Ahora bien, ya se rumora y con mucha fuerza, que como estrategia política y por debajo de la mesa, desde el Centro Democrático comenzaran a atacar al gobierno de Duque, como para mostrarle a los colombianos que no están de acuerdo con las políticas del gobierno, pero eso será simplemente una estrategia electoral.

Pero ojo que está cobrando fuerza la idea que Duque, de un paso al costado y abra tolda aparte de su mentor y lleve candidato propio para la presidencia y vice presidencia y que en uno de esos dos cargos estaría el senador del conservatismo David Barguil. Descabellado no es, si se tienen en cuanta que últimamente a Barguil se le ha visto acompañando a muchos eventos al presidente y quiérase o no, quien tiene el bolígrafo en la mano es Duque.

Lo único cierto es que, si las elecciones fueran mañana o en mayo del 2022 como están programadas, hay un consenso casi que generalizado entre los colombianos de apartarse de los extremos de la polarización en la que estamos e irse hacia una nueva tendencia que es el centro.

Los extremos ya no serán el camino.

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