Por: J. J. Rubiano Desde la Orilla del Mar
Para iniciar mi columna de opinión semanal debo decir que no estoy convencido que la medida asumida por un Juez de la República frente a las pruebas del Covid-19, sea la más acertada en la lucha para detener el contagio del virus al interior del país, cundo como se ve, no ha habido disciplina por los colombianos para evitar el contagio.
En lo que si no estoy de acuerdo y nunca lo estaré es en el mal ejemplo que insiste en dar este gobierno, que se jacta de ser democrático y respetuoso de las leyes, pero que cada vez que hay una medida que lo afecte o con la que no está de acuerdo, lo cuestiona y lo que es peor, no lo cumple.
Uno de los pilares fundamentales del Estado de Derecho es la división del poder del Estado.
Los tres poderes tradicionales que conforman un Estado de Derecho como son el legislativo, ejecutivo y judicial, no solo deben estar separados y cada uno respetar las decisiones que se tomen.
Recuerdo que, desde la primaria, cuando se impartía la cívica y aun hoy en día lo hacen, lo primer que se nos enseñaba era eso; que la democracia está compuesta por estos tres poderes.
¿Pero pude el poder ejecutivo imponer a las decisiones tomadas por el poder judicial sin quebrantar ese Estado de derecho?
La verdad yo creo que no.
En Colombia se está viendo organizar de manera soterrada, una manguala que pretende socavar el estado de derecho para convertirnos en una doctrina del autoritarismo liderada, lógicamente, desde la ultraderecha.
Pero ese acercamiento al autoritarismo se acentúa cuando se ve que una de las aristas del poder judicial como lo es la Fiscalía, que trabaja más en beneficio de proteger al gobierno de turno, que de la aplicación e investigación de los delitos cometidos por quienes hacen parte de él.
No es la primera vez que este gobierno se niega a cumplir un fallo judicial.
Hay que recordar que recientemente el ministro de defensa, con anuencia del gobierno, sistemática y reiteradamente se negó a cumplir un falló de tutela, pero al final y más por la presión de los medios se vio obligado a cumplirla.
En las fuerzas militares siempre se dice que, “las ordenes se cumplen y después se discuten”, y eso debería hacer el gobierno, cumplir los fallos de tutela emanados de los jueces de la república y no controvertirlos.
La tutela es el único mecanismo de defensa que tienen los ciudadanos para que le sean protegidos sus derechos y así quedo consagrado en la carta política de 1991, pero si desde el alto gobierno hace carrera que no se cumpla con los fallos de las mismas, es una muestra más que en materia de ser un ejemplo de democracia y Estado de Derecho, las cosas no están bien en nuestro país.
¿Y si el gobierno no cumple con los fallos de tutela, porque tenemos que esperar que las EPS – que se encargan de salvar vidas- si lo hagan?
Sin lugar a dudas en materia de democracia nuestro futuro es incierto.