La Cuarta Via

Responsabilidad compartida

En la Cuarta Vía

Por: J. J. Rubiano “Desde La Orilla del Mar”

Justo cuando el mundo comenzaba a ver una luz en el túnel con la autorización de la aplicación de la vacuna contra el coronavirus covid-19, la preocupación vuelve a ser el centro de atención con la aparición de una nueva cepa del virus, que, según los especialistas, es de mayor fácil contagio, es decir se esparce y contagia de manera más fácil.

El mundo vuelve –y con mucha razón- no solo a preocuparse, sino también a iniciar nuevamente el aislamiento, algo que se creía que ya había sido superado.

Sin que se conociera la aparición de esta nueva cepa, ya había preocupación por los rebrotes que se estaban presentando en Europa y otros lugares del mundo, sin que Colombia fuera la excepción.

Lo que está pasando se sabía y se veía venir, pues así lo habían advertido los científicos y médicos del mundo casi seis meses atrás, sin embargo, ni los gobernantes ni la misma gente lo creyó y ahí están los resultados.

Los gobernantes del mundo le dieron prioridad a la economía, que, si bien es importante, no lo es más que la vida.

En el caso de nuestro país, aquí todos somos responsables de lo que está pasando, tanto el gobierno como el pueblo en general.

Hay que reconocer que el gobierno, así como tuvo aciertos, también se equivocó en varias cosas.

Por ejemplo, acertó cuando –aunque algunos consideran de manera tardía- ordenó el aislamiento general a lo largo y ancho del país. De igual manera lo hizo cuando de manera asertiva dio paso al programa institucional para mantener informado a los colombianos, sobre el avance del contagio y las medidas que se estaban tomando para evitar su contagio.

Pero sus desaciertos fueron más que los aciertos.

Por ejemplo, el gobierno debió mantener el aislamiento preventivo por lo menos unos dos meses más, como lo recomendaba la comunidad científica. De igual manera debió pensar en la vida y no en la economía, como lo hicieron varios gobiernos del mundo.

Pero la tapa de los desaciertos la inicio el mismo gobierno cuando en aras de reactivar la economía, determino la realización de los “famosos” días sin IVA, que como consecuencia lógica incremento el contagio.

Se equivocó también cuando no autorizo la renta básica mensual para los estratos más bajos de la población que quería salir a la calle, pero no para volverse millonarios, sino a trabajar y poder conseguir el sustento diario. Si bien el gobierno entrego ayudas, estas no fueron suficientes ni llegaron a todos los que realmente la necesitaba. Esto sin contar que con la forma en la que autorizo las ayudas, le sirvió a los corruptos en bandeja de plata una oportunidad para robarse los recursos del Estado.

Pero el pueblo no se quedó atrás. Nosotros también somos responsables de lo que está pasando y lo que está por venir con este coronavirus que cambio al mundo.

Muchos colombianos pensaron o creyeron el cuento que el covid no era cierto, y nunca tomaron las medidas de precaución entregadas por la comunidad científica.

Con más de cuarenta mil muertos y más de un millón de infectados, hay colombianos que todavía no creen en el virus y dan rienda a su vida normal sin darse cuenta que su comportamiento se vuelve un peligro para la sociedad.

Nosotros también somos responsables que hayamos llegado a estas cifras, pero nosotros también seremos responsables de lo que suceda en adelante con el virus.

Tengamos en cuenta una cosa: La vida es una sola y todavía no hay vacuna para revivir a los muertos.

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