La Cuarta Via

Solo las urnas nos salvarán del autoritarismo

En la Cuarta Vía

Por: J. J. Rubiano Desde la Orilla del Mar:

La aplanadora de la mermelada del gobierno de Duque ratificada la semana anterior mediante la “jugadita” del senador “bachiller” Macías, que impidió que se diera cumplimiento al debate de moción de censura contra el ministro Holmes Trujillo, deja al descubierto que la única forma que la democracia colombiana se salve del autoritarismo que está imponiendo este gobierno, será derrotándolo en las urnas en las próximas elecciones tanto de Congreso como de Presidencia.

No será fácil y eso está claro, pero la esperanza es lo último que podemos perder los colombianos de conservar la débil y frágil democracia que hoy tenemos.

Y digo que no será fácil porque todo el mundo sabe que las elecciones en muchas ocasiones se ganan en las urnas, pero se pierden en la Registraduría. Recuerden ustedes que, aunque “engavetado”, todavía hay un proceso por la compra de votos en lo que se conoce como la “ñeñepolítica” o las fotocopias de las cedulas que votaron en muchas mesas en la justa electoral anterior.

Y si a eso le agregamos que la propuesta del nuevo Código Electoral presentada por el Registrador, vuelve el ente un fortín burocrático al servicio del mejor postor, pues estipula que la gran mayoría de cargos del alto nivel de la entidad, son de libre nombramiento y remoción, entonces queda claro que la transparencia no será una de las virtudes por las que se pueda destacar al órgano electoral.

Lo acontecido en el Congreso es una muestra clara que el gobierno, su partido y las colectividades afines, harán lo imposible para imponer sus maquiavélicos deseos sin importar que con ello tengan que llevarse por delante las normas, las leyes y las instituciones.

El poder es lo primero y esa es su bandera.

Y si a eso le agregamos que el ex senador Uribe – ahora en libertad- como fiera rabiosa no perdona que la justicia en Colombia lo hubiera privado de la libertad, enfiló ya las baterías para consolidar cuatro años más en el poder, la tarea se hará más difícil.

Pero además hay que tener en cuenta que los organismos de vigilancia y control, entiéndase la “ias”, hoy y para la época en la que se desarrollen los comicios electorales, estarán en manos del partido de gobierno, lo que representa una prenda de garantía para el gobierno y una gran desventaja para los demócratas colombianos.

La democracia en Colombia está amenazada de muerte y ya se encuentra en cuidados intensivos, con un pronóstico poco favorable para su supervivencia.

Nuestro deber como colombianos es salvar la democracia, sino lo hacemos, seremos responsables ante las generaciones por venir del autoritarismo y el fascismo que se imponga en la nación.

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