Al parecer entre la noche del miércoles y la madrugada de este jueves varias personas desvalijaron la planta eléctrica que suministra energía al estadio Diego de Carvajal, y lo que no pudieron llevarse lo dejaron tirado en el césped.
Por el peso y el trabajo que se observa debieron ser varias personas comisionadas para realizar el delito, desde la mañana varios funcionarios de la alcaldía, entro ellos Rider Benites, secretario de educación, cultura y deportes, y Juan Carlos Pérez, de planeación e infraestructura, con las autoridades, se acercaron al lugar a establecer lo ocurrido, en estos momentos se procede a la denuncia ante las autoridades y valorar lo sustraído de esta planta eléctrica, que según algunas personas podría llegar a tener un valor de 800 millones de pesos.
Ciertamente La Cuarta Vía pudo constatar que no existen las adecuadas medidas de seguridad para resguardar este tipo de infraestructura, comenzando que la pared subyacente al estadio se encuentra en derrumbe desde hace unos cuatro años.
Igualmente pudimos evidenciar las condiciones desfavorables con las que se encuentran las personas que hacen algún tipo de celaduría no solo en el estadio sino además del Centro de Alto Rendimiento, oficina de victimas y del propio estadio. Pero no es la primera vez que se evidencia este tipo de hechos.
En el mes de septiembre los amigos de lo ajeno ya habían sustraído la planta eléctrica del Centro de Alto Rendimiento, de la que existe una denuncia ante la Fiscalía, tiempo atrás habían actuado desvalijando una estación de bombeo, que se encuentra al acostado del estadio.
Este tipo de robos precediera ser obra de personas dedicadas a desvalijar elementos públicos que se encuentran sin la seguridad debida, asi ha pasado con las plantas eléctricas, pero también con la maquinaria de la alcaldía, pero lo peor nada pasa, “no hay reacción de las autoridades, no hay medidas institucionales para frenar este tipo de hechos”, como dicen algunas personas que observan lo sucedido esta vez al estadio.
Conocimos, además, que algunos celadores se sienten amenazados, y que su labor es casi inoperante ante los inminentes riesgos de seguridad que se observa en estos escenarios.
Para algunos, la administración municipal deberá considerar la contratación de seguridad privada para este tipo de instalaciones, porque también hoy se encuentra en riesgo la motoniveladora y un carro de bomberos estacionados en el Centro de Alto Rendimiento y que también, según conocimos, ha habido intento para desvalijarlos.