‘Hazañas Maestras’, es un reconocimiento que hace Noticias RCN a profesores que de alguna forma se esmeran para impartir educación. El turno fue para una mujer nacida en Magangué y que ahora se encuentra en Cúcuta, esta es su historia…
En el megacolegio La Frontera, en Cúcuta, la profesora Fabiola Galeano le hace frente a la realidad de los niños colombo-venezolanos, que intentan aprenden en medio de las turbulencias de la zona.
De los 1.600 estudiantes que tiene el megacolegio La Frontera 1.117 vienen del vecino país y traen con ellos la tristeza de lo que allá ocurre.
Vienen a veces por la trocha y otras veces por la frontera y la profe está lista para recibirlos. Los acompaña y encuentra en sus rostros lo que les preocupa.
“Se deprimen. Empezamos a detectar que bajaban las notas, algunos entraban en pánico y surge el proyecto de orientación espiritual”, relata la docente.
La profesora Fabiola creó la Fundación Perseverar para darles orientación psicológica y espiritual a los niños y que no abandonen sus estudios.
Sus clases de ética y valores son el aliciente para que en casa dejen los problemas de su país y en la institución alimenten sus espíritus.
Un ejemplo de ello es Yesica quien a sus 17 años ya es madre y estudia allí junto a su hijo de cinco años.
En la mañana, él la acompaña mientras abren su jardín. Luego de dejarlo ahí, se va a clases y a mediodía lo recoge para llevárselo a su salón hasta la hora de salida.
Casos como el de ellos, dos niños, madre e hijo en un mismo colegio; son los que la llevaron a pensar en lo que sufren los estudiantes venezolanos y colombo-venezolanos que están en las aulas.
“A veces un estudiante no puede contra los flagelos que está viviendo, muchas veces no encuentran sentido de por qué les pasan todas estas situaciones”, expresa la profesora.
Todo esto los agobia y a veces no pueden más. Ahí es cuando entra la profe Fabiola y su fundación para atender las necesidades de los niños y vincular a los padres de familia.
“Las cosas que no tienen por ahora son temporales, pero su ser debe estar firme ante las dificultades. Esas van a seguir pasando”, afirma.
Y la tarea no es fácil porque en el colegio también hay dificultades. Juegan en canchas descubiertas, por largas temporadas no hay agua ni para baños y mucho menos para la granja, pero la profe no se rinde.
Su consigna es perseverar y por eso se ha ganado el corazón de centenares de estudiantes que ven en ella la razón para ir todos los días a estudiar.