Según la página web de La Prensa de Manizales, en reiteradas ocasiones le criticaron a Israel Izac Merlano Hernández, de 18 años, su conducta agresiva e impulsiva, que lo llevó a asesinar a Robin Mateo Franco Daravina, de 25, el pasado viernes en el sector El Cable, de Manizales.
El reclamo de la víctima era justo y respetuoso, indicó la fiscal que le imputó cargos por homicidio agravado, los cuales aceptó y enfrentaría una pena de unos 16 años de prisión.
La sala estaba llena, en su mayor parte de conocidos y parientes de Mateo Franco. Tan pronto la juez dio por terminada la audiencia se escuchó un fuerte aplauso, por la decisión de enviar al asesino tras las rejas.
De acuerdo con el relato de la representante del ente investigador Mateo le dijo a Merlano que respetara a las mujeres y que se dedicara a hacer bien su trabajo como vendedor ambulante.
Homicidio agravado
La fiscal explicó que los agravantes del homicidio fueron dos. Primero, un motivo abyecto, es decir, despreciable, que no era un asunto importante, y segundo, Mateo estaba indefenso a la 1:40 p.m. momento del ataque, cuando regresaba de almorzar con su novia.
La juez que presidió la audiencia llamó la atención sobre la fecha en la que ocurrió el homicidio, el Día Internacional de la Mujer, y lo relacionó con las razones del reclamo que desencadenaron el hecho.
Contrastó la actitud caballerosa del ahora occiso con la reacción violenta de Merlano, quien tras escuchar las palabras de Mateo se fue a comprar un cuchillo, que le costó cinco mil pesos.
Volvió en bicicleta y esperó a su víctima. Cuando lo avistó le entregó el vehículo a un hermano. Frente al edificio de La Luker le propinó a Mateo una puñalada en el hombro y otra en el pecho, que le destrozó el corazón.
Llegó hasta Antioquia
El asesinó huyó hacia Fátima por la Avenida Lindsay. Llegó hasta la Terminal de Transportes y tomó un bus hacia Medellín. En la noche del mismo viernes las autoridades tenían pistas sobre el autor del crimen.
Hasta ayer no tenía cédula. En Facebook utilizaba el nombre de un hermano. Finalmente la mamá lo convenció de que se entregara y así lo hizo en una Estación de Policía de Bello (Antioquia).
Un equipo de investigadores del CTI viajó el pasado domingo desde Manizales hasta ese municipio y ayer la Fiscalía lo presentó ante un juzgado con función de control de garantías, que ordenó privarlo de la libertad en un centro carcelario.
Es colombiano
El victimario es colombiano, natural de Magangué (Bolívar), pero vivió por cerca de 10 años en Venezuela. En el sector de El Cable lo conocían porque vendía galletas, al igual que un grupo de venezolanos que se ubican en el semáforo frente al centro comercial Cable Plaza.
Tomado de La Patria de Manizales
