La Cuarta Via

Escucha la nueva canción de Martín Madera, una champeta con sabor, letra y caribe puro

En la Cuarta Vía

Martín Madrea, el exitoso cantautor magangueleño, sorprendió a sus seguidores presentando un nuevo tema al ritmo champeta, llamado precisamente Cartagena Morena.

Después de escucharla la reacción de escuchas ha sido satisfactoria, con ritmo champeta pero con el sello indiscutible de una buena letra acompaña este nuevo tema de Madrea, quien presentó su video en la red YouTube de la siguiente forma   

“Aquí tienes mi linda canción para mi Linda Cartagena con todo el valor histórico y de corazón por lo nuestro”.

La historia de Martín Madera

Nació en Magangué, al lado del Río Magdalena, “donde los Bocachicos salen del río con mensajes”. Estudió en el colegio Simón Bolívar y allí confundió su voz gruesa en medio de la tuna de la escuela.

Sus padres, Antonio y Mercedes, deseaban que se convirtiera en un comerciante “como es el sueño de todos los magangueleños”, pero él tenía bien claro que tenía una relación profunda con la música. Su primera guitarra la adquirió a escondidas con la plata que se ganó de “la venta de bolita” y en una semana sus dedos se movían como relámpago sobre las cuerdas.

La primera canción que se aprendió fue el pasillo “Las acacias”; después recibió la influencia radial de Leonardo Fabio y Billy Pontoni, los artistas de la época. La primera letra que escribió se la cantó improvisadamente a una niña que caminaba bajo la lluvia.

En una presentación de Óscar Golden en Magangué, lo llamaron de urgencia para remplazar al guitarrista que nunca apareció. Inmediatamente después del espectáculo los del grupo le sugirieron que estudiara en un conservatorio.

Al poco tiempo fue a Cartagena, pero no encontró un lugar para estudiar, así que con su guitarra japonesa siguió rumbo a Barranquilla a estudiar Licenciatura en Educación Musical en Bellas Artes.

Es un músico profesional y un excelente lector, hábito que adquirió en la época universitaria: “me he comido una pila de libros”. Estudió a Bach, Chopin, Clementi y Beethoven. Se dejó seducir por Facundo Cabral, Silvio Rodríguez, Mercedes Sosa, Fito Páez y fue alumno indirecto de Toto Cotuño, Claudio Baglioni, Domenico Modugno y Francis Cabral. Varios de sus amigos que trabajaban en la radio le enviaban los discos que no colocaban en las emisoras, porque sabían que él escuchaba lo que a nadie le gustaba. De ahí que su escuela musical sea una mezcla universal de ritmos.

Martín hace una crítica severa a quienes por vender cualquier cosa maltratan la música, el idioma y al pueblo.

Su amistad con Carlos Vives empezó hace unos años, cuando la empresa Sonolux le pidió unas canciones para el cantante samario. Después fue Einer Escaff, baterista de la agrupación, quien también le solicitó algunas de sus composiciones. Martín trabajaba en un proyecto muy afín al de él y esto facilitó más el acercamiento.

Su concepto sobre la música es universal. Fusiona acordes como el zukus, compaq, reggae, cumbia, chandé y Mapalé, “porque nosotros tenemos la mística indígena, la rítmica africana y el modelo de vida occidental”.

No necesita ni lugar ni momento para componer, sólo una hoja de block doblada en dos. De su mente pueden nacer las más hermosas letras que contrastan con su auténtico sentido musical.

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