A 55 años de prisión fueron condenados dos hombres acusados de ser los homicidas de dos mujeres en el corregimiento de Cascajal, jurisdicción del municipio de Magangué.
Los condenados fueron identificados como Yovanis Jiménez Castilla, de 25 años, natural de Magangué; y Jesús Castillo Domínguez, de 19, conocido con el alias de el Campi, también oriundo de Magangué.
El 11 de marzo de 2018 estas dos personas asesinaron a Luz Dary Jiménez, de 49 años, y a María Camila Quesada Jiménez, de 15, madre e hija, quienes aparecieron en la parte trasera de su vivienda desnudas, degolladas y amordazadas.
Las hoy occisas tenían una tienda en su casa. De la niña se supo que era estudiante de séptimo grado de la Institución Educativa Acuícola de ese corregimiento.
De acuerdo con el reporte de la Policía, a los vecinos de las mujeres les pareció extraño que durante la mañana ninguna de las dos se levantara a abrir la tienda y a barrer la puerta, como era su costumbre. Incluso, añadieron las autoridades, a los vecinos les pareció sospechoso que tras amanecer, no se escuchó la música que las mujeres solían poner en un viejo equipo de sonido.
Por esa razón, los vecinos se acercaron a la casa y empezaron a llamarlas. Pero, después de un largo tiempo tocando y de no encontrar respuesta, decidieron ingresar a la vivienda por el patio.
Tras lograr abrir la puerta se encontraron con una macabra escena: ambas mujeres estaban desnudas, degolladas, atadas y amordazadas.
Después que los cuerpos de las asesinadas fueron descubiertos, los autores y las circunstancias del hecho de sangre se mostraron como un misterio, hasta que unos diez días después la Policía logró la captura los presuntos responsables, entre los cuales hay un menor de 17 años, conocido como Erick, quien fue condenado a 8 años de prisión por ser menor de edad y por colaboración con la justicia.
El pasado viernes, 29 de marzo, el Juzgado Único Penal del Circuito de Magangué los halló culpables del delito de feminicidio agravado en concurso homogéneo y en concurso heterogéneo con hurto calificado agravado.
Se estableció que la Policía logró recaudar el suficiente material probatorio que llegó a manos de la Fiscalía para lograr imputar los cargos.
Esta decisión fue apelada por el defensor de ambos procesados. Por consiguiente, el proceso fue remitido a la Sala Penal del Tribunal Superior de Cartagena.
En su momento, el caso causó tanta consternación que hasta la Alcaldía de Magangué pidió que no quedará impune.