Hasta ahora la clase política de Magangué, llamase de ideología de derecha, izquierda, liberales, conservadores, movimientos alternativos y demás, han mostrado un claro ejemplo a los ciudadanos de esta población… es el “gusto de estar en el poder”, y no saber para qué.
Para mí, han dejado pasar grandes oportunidades que les catapultara ha tener otra imagen ante su pueblo de “amores”, hoy es una imagen que se enjuaga a punta de dinero para comprar los votos, solo tienen el dinero, pero no más allá, parece que tan solo se dejaran obnubilar por el mercado clientelista de la politiquería, y como burdos negociantes han apostado a ello, y las consecuencias están en esa ciudad que día a día tenemos que trajinar con sus miles de defectos.
Pero la vida siempre da recompensas, y da oportunidades, y este 2019, con nuevo calendario electoral, hay otra oportunidad. Desde esta tribuna solo les pido que reflexionen un poco, y pasen de ser los politiqueros de un registro electoral a los lideres del bienestar de un municipio, que requiere un solo ejemplo de cómo es que se puede hacer para elegir a su líder político.
Por un lado, Magangué tiene la oportunidad de tener gobernador, las candidaturas mas opcionadas son de magangueleños, que pregonan el amor a esta tierra por boca y codos, eso sería la gran meta de la clase política del municipio, estamos hablando solo de tres casas o apellidos que deberían ponerse de acuerdo en este empeño, y creo que lo que significa una gobernación como la de Bolívar, hay espacios para todos.
Un propósito, políticamente correcto, a menos que sean los candidatos los que no brindan las garantías para trabajar unidos, ya pasó, y esta pasando, Dumek Turbay con sus mentores es un ejemplo, un gobernante de medios pero que no ha atinado a liderar una concepción política diferente para el departamento.
Pero insisto, sin mirar retrovisores, porque en la visión política no se puede hacer, que hay oportunidades, los magangueleños tienen la oportunidad de arrebatar el palacio de Turbaco, el primer ejercicio de grandeza política es ponerse de acuerdo, el segundo es mirar al terruño y encontrar el personaje adecuado para liderar una alcaldía capaz de transformar la visión colectiva de la población. Una dirigencia con un gobernador buscando en los presupuestos, tanto departamental y nacional, las inversiones necesarias; y un alcalde que agarre el potro salvaje de la transformación publica y social de Magangué; es fácil escribirlo desde la pasión de querer lo mejor para esta ciudad que me vio parir, pero sé que es difícil para dejar a un lado un sistema clientelista que ha atrapado hace años a nuestros dirigentes políticos, pero igual, estoy seguro que no perderían privilegios solo les propongo aprovechar esta gran oportunidad que se tiene y hacer las cosas de otra forma, porque estoy convencido que así sí ganaríamos todos.