En resumida, eso es lo que se necesitaría para llegar a ser candidato a cualquier corporación o puesto público, más si se trata de la alcaldía de Magangué.
Y es que los ejemplos abundan, pero, además, pereciera una consigna interiorizada en la siquis del ciudadano, publicitada y vendida por las castas políticas, claro, habrá que decir en pro del mensaje que el dinero facilita mucho una elección, por aquello, por lo menos de los costos operativos y logísticos de cualquier proceso electoral máxime en un municipio con una geografía difícil y un potencial electoral de más de 95 mil habitantes.
Es decir, la plata si se necesita, pero no exactamente es lo único. La comunidad debe tener cierto grado de reconocimiento, de confianza, de credibilidad en alguien que postule su nombre a un puesto tan importante como es el de administrador de mis recursos públicos, de esa forma los gastos necesarios serán esos “los necesarios” dentro de todo proceso electoral, es el grado de reconcomiendo ciudadano el que le permitirá mayor o menor posibilidades para ganar la contienda, y de acuerdo a eso el marketing político hace el resto.
Ese grado de reconocimiento, se gana con el tiempo, se obtiene de la ciudadanía y no se improvisa, o se cree tenerlo para potencializarlo, es precisamente lo que le hace falta a esta campaña a la alcaldía de Magangué, y me temo que en gran parte del territorio colombiano.
La política electoral se hace sobre la marcha de las circunstancias de un calendario electoral, y no sobre procesos políticos; y sobre todo se cree que es el dinero lo único que la ciudadanía espera.
Quien debería creer esto en su mayor potencial son los grupos políticos alternativos, pero a mi pesar es una lección olvidada y aprendieron la concebida por las castas políticas, repitiendo el modelo y no generando el verdadero proceso que encarna la buena política.
En ese contexto errado de las motivaciones de una campaña electoral, hay una seguidilla de errores que nacen precisamente de la carencia de los elementos fundamentales para definir una campaña… las promesas electorales, un rosario de buena intenciones salidas de la mente imaginaria de asesores, porque para ellos el “todo vale” para ganar, también está el de inventar para que la ciudadanía crea, después los “&/%GK)=HJF$%&/” porque el gobernante no cumple con sus promesas, un error seguido que lo he visto llegar en las tres últimas administraciones de Magangué, a pesar de que en algunas de estas campañas si había procesos políticos reconocidos pero con grandes falencias en otros aspectos. .
Me temo que en este proceso electoral no es la excepción a los malos hábitos políticos que nos han carcomido un mejor presente para Magangué. Pero además, ahora se suma las fakenews o noticias falsas de cientos de perfiles inventados porque “todo vale”, porque “es importante la polarización”, otro invento para mantener unos incautos fieles a una supervivencia política y para ocultar la miopía de ver más allá de mis intereses.
Para llegar a el propósito ideal de como hacer una buena política en Magangué nos falta mucho, sobre todo quienes ostenta el poder o el liderazgo de decidir cosas dentro de las estructuras de la política electoral del municipio; la falta de buenos visionarios, de verdaderos lideres pero sobre todo la falta de pertenencia responsable con el futuro de la ciudad nos tienen anclados en esta frase, que indefendiblemente se podrá repetir elección tras elección sino aprendemos de los errores propios.
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