La agencia espacial informó que el telescopio James Webb investigará dos exoplanetas como “supertierras”: LHS 3844 b y 55 Cancri e. Este último ya comienzan lo relacionan, en caso de existir, con el infierno porque está cubierto de lava como ningún otro planeta que se conozca, por lo que su diversidad geológica ayudará a entender cómo evolucionan los planetas rocosos como la Tierra.
Importancia de conocerlo
La relevancia de estas observaciones, según la NASA, va mucho más allá de las particularidades del exoplaneta. “A día de hoy hay más de 5.000 exoplanetas confirmados en la galaxia. 55 Cancri e nos dará nuevas perspectivas fantásticas sobre los planetas similares a la Tierra en general, ayudándonos a aprender cómo pudo haber sido la Tierra primitiva cuando había más temperatura, como lo son estos planetas hoy”, explicó la agencia.
La Iglesia habla
El sacerdote Mario Arroyo, doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma, expuso a ACI Prensa que: “Los científicos parecen haber descubierto el lugar del infierno, el planeta 55 Cancri, porque está tan cerca de su estrella que está como lava, derretida. Todos los materiales están líquidos por la altísima temperatura que experimente. Pero esto obviamente se trata de una metáfora, porque el infierno no es un lugar sino un estado, el estado de la privación eterna y definitiva de Dios”.
Y concluyó: “Este planeta 55 Cancri e, aunque esté en esas situaciones tan extremas de calor y temperatura, no está privado de la presencia de Dios, también Dios está presente ahí. En cambio el infierno está caracterizado por la ausencia de Dios”.
Para el cura hay que saber diferenciar entre fuego especial y fuego espiritual. “En Cancri se licúan los materiales, pero con un fuego propiamente material, no es un fuego espiritual como el que describen las almas que han visto el infierno: el fuego que quema a las almas sin consumirlas”.