Por Joseph Roenes Galvis
El sacudón y los acuerdos para elegir al próximo gobernador de Bolívar han puesto en el tapete local a Pedro Alí, exalcalde, nuevamente a aspirar en su tierra, como lo había dicho el mismo día que le entregó la alcaldía a Carlos Cabrales, pero a diferencia de hace cuatro años, cuando la polarización y hasta las batallas verbales la marcaban las candidaturas de las casas políticas de los Alí y los Arana, históricamente antagónicos, esta vez parece indicar que llegarán aliados en el propósito de lograr que un magangueleño llegue a la Gobernación de Bolívar, que debería ser lo mejor sin duda para nuestra tierra, por lo menos en teoría, en este caso Yamil Arana, un acuerdo posible pero…faltan puntadas.
En el caso del debate electoral para la alcaldía es bueno recordar que estas dos casas colocaron 57 mil votos en las elecciones del 2019, la tercería la hizo Butron que marcó un poco más de 3.657 votos, Magangué cuenta con un potencial electoral de más de 100 mil votantes y con una participación histórica casi del 69% de los electores, se podría prever que este año se moverán a las urnas unos 70 mil electores, fácil calcular que 35 mil sería el número mágico de haber varios contendientes, Cabrales obtuvo un poco más de 32 mil votos.
Ahora el contendiente es el aliado, claro todavía falta para que se defina, pero están cerca, se podría suponer que 1+1 es 2 y la cosa ya está resuelta a favor de la alianza Ali – Arana, pero en la política como en muchas otras cosas de la vida no es así, otras variables aparecen en el camino, sobre todo la esperanza de quienes hoy serían los posibles aliados para derrotar esta unidad, recuerdan entonces los 36 mil votos de Petro en la elección presidencial, y el grado de insatisfacción con el actual gobierno de Cabrales, sumado detrás aparecerían varias tercerías como las que se escuchan en los corrillos.
El problema es ¿dónde están y quienes tienen los votos? Las campañas políticas definen que para arrancar el proceso de aspiración se mide el reconocimiento que tenga la persona, y para arrancar su candidatura debería evaluarse la posible capacidad electoral, dos cosas diferentes, muchas veces esto se olvida y se mide son las ganas del aspirante o los saludos o los aplausos por redes sociales, y eso no basta para ser elegido, pero un alto porcentaje de aspiraciones buscan solo a veces aplausos o sentarse en la mesa de negociaciones o iniciar un proceso o reconocimiento político, en otros casos simple locura.
Entonces reviso el panorama, por un lado la alianza de Liberales y Conservadores para la alcaldía de Magangué perece estar clara, y el aceite para la maquinaria también, ahora bien, depende mucho la adhesión de apellidos políticos locales, y las herramientas para consolidar el pragmatismo de endosar votos, pero aun asi lo importante sería el nombre del candidato escogido, un garante para estos acuerdos y porque no está fácil imponer nombres a una ciudadanía que está retrechera, resurge entonces Pedro Ali y su capacidad para la adhesión política y que la alianza llegue segura. Esperemos como se mueven otros aspirantes como Gabriel Gándara, Alonso Butron, Eduin Franco y la posibilidad que todo esto se concrete como una nueva alianza, para eso falta muchoooooooo.
En la otra orilla, se mueven los que en teoría deberían ser ahora los nuevos contradictores, por un lado el Pacto Histórico, esperanzados que el número mágico, de 35 o 36 mil votos, vuelvan a ser depositados, el mismo número que alcanzó Petro en la presidenciales, pero a diferencia de la alianza L-C, miles de dificultades han aparecido para consolidar una estructura y un proceso, algo que esta ocurriendo en todas partes de Colombia, pero en concreto en Magangué pareciera que sin querer queriendo la atomización del yoismo impera, un poco de razonabilidad con los pies en la tierra les podría dar la oportunidad para hacer una reingeniería y montar rápidamente una estructura que consolide el proceso a nivel local, no tienen otra, pero el tiempo corre tik tok tik tok.
Llegan entonces los que se presentan como independientes, entusiasmados por las críticas y denuncias a la actual administración, pero con la esperanza que el gran frente amplio o alianza incluido la gente del Pacto Histórico determine incluirlos en una consulta, aun así, hay gente que está dispuesta para buscar llegar al final y obtener el número mágico que voto con Petro. Tendría que ser muy amplio el tema porque las tercerías en Magangué siempre quedan a mitad de camino.
Y, por último, los que van a hacer el mandado, la posibilidad de atomizar el mercado electoral. Ahora bien, falta ver como miran el tema de Magangué desde Bogotá, Barranquilla, Sincelejo o Cartagena, ya después les digo por qué estás cuatro ciudades.
Un escrito cuantitativo, ya vendrá el escrito cualitativo de los aspirantes, por ahora el día a día nos va mostrando el camino hacia donde apuntan estas elecciones, lo cierto es que seducir 36 mil personas ya han sido depositados, aunque pereciera que se busca dar pasitos para armar una gran coalición que represente los intereses de todos en el departamento y como dice el cuento donde todos vivan en este caso… sabroso.