La Cuarta Via

Los candidatos y la “porquería” del Sisbén

En la Cuarta Vía

Por Joseph Roenes Galvis

El Sistema de Identificación de Potenciales Beneficiarios de Programas Sociales (Sisbén), la herramienta que organiza a la población de acuerdo con sus condiciones socioeconómicas, a nivel nacional, está politizada, está amañada, y por eso es que es “una porquería”.

A pesar, que se ejecuta un Sisbén IV que permitirá una actualización y depuración del sistema, el mismo diseño y manejo de estas encuestas, está moldeado para la trampa al que debería ser el instrumento canalizador para focalizar el gasto social, y que los beneficios logren llegar a los y a más colombianos que realmente necesiten una ayuda del Estado.

Al informe de la Fundación Paz y Reconciliación, en la que se indica que 14 congresistas aparecen con puntajes bajos, el Departamento Nacional de Planeación solo atinó señalar que a la fecha ninguno de estos legisladores recibe ayudas o subsidios de los programas del orden nacional.

Pero a nivel municipal, también pasó de agache los bajos puntajes de varios candidatos a las diferentes corporaciones, en Magangué como cualquier municipio que maneja su Sisben se le está haciendo “mamola” al programa, doctores, políticos, maestros, comerciantes “pudientes”, no solo están en el Sisbén con puntajes bajos sino además que reciben beneficios.

Se necesita la nueva encuesta, pero nada indica que las condiciones de “porquería” va a cambiar, solo nuevos elementos que intentan reducir quien recibe beneficios, pero no se plantea una mayor depuración, y es que el modelo lo permite, pero además la mayoría de la gente busca y plantea la trampa, a la vez que señalizan de corruptos a sus dirigentes políticos.  

Desde 2017 el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y las alcaldías vienen realizando el proceso de actualización del sistema a los hogares residentes en sectores estrato 1 y 2, y algunos del 3, así como las ubicadas en zonas rurales, lo que se llama el Sisbén IV, pero que ha sido tortuoso, y aún con dudas sobre la implementación del  índice  de  focalización  individual  basado  en  la  presunción  de  ingresos, a partir de una calidad de información que muchas veces no llega a ser real.

Para ello, se plantea acompañar la información recogida con otros registros administrativos del Estado, pero el Estado también en esto es tosco y subdesarrollado, lo que permite la trampa.  

Para ponerlos en contexto, el puntaje va de 0 a 100, así se ordena a la población del más humilde al más próspero. Y aquellas personas que tienen los puntajes más bajos son quienes tienen mayores posibilidades de acceder a programas y subsidios sociales.

Bueno, les cuento que un día de cervezas con amigos, un “prospero” comerciantes se ufana de recibir subsidio de tercera edad y de que su esposa se encuentra también recibiendo beneficios porque la logró meter en una ficha de un “pobre”; cuando al tipo en cuestión se le increpa por lo que dice, su respuesta es que “si los políticos lo hacen porque yo no”, vea, la clásica justificación.

El Sisbén debería tener un acceso mucho más público, y debería ser para los interesados en la política una herramienta para examinar su relación con el Estado, y cierto es, que el ejemplo entra por casa, y ellos son los administradores en su municipio del sistema que les permitirá ayudar “a quienes en campaña les dicen que les van a cambiar la vida”, como dice el ciego, amanecerá y veremos…

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