La Cuarta Via

Magangué puede ser un territorio incluyente y sostenible

En la Cuarta Vía

Por Jorge Ramírez Zambrano*

La pugnacidad y la polarización creada por las campañas electorales es un velo que conduce a que las personas en sus preferencias, expectativas y acciones grupales imposibilitan la construcción de espacios efectivos de participación ciudadana para poder materializar en el mediano plazo que Magangué sea un territorio incluyente y sostenible.

Para lo anterior, se requiere de esfuerzos ciudadanos, privados y públicos donde la generación de oportunidades económicas, sociales, de garantías de transparencia en el manejo de lo público y de seguridad sea una meta no solo aspiracional, sino realizable y, lo más importante que la población lo viva en sus espacios cotidianos.

Esta no es una tarea solo del grupo político que obtuvo la victoria electoral; debo decir que escribo desde la distancia de los kilómetros y de los años de no vivir en mi tierra: Magangué, desde donde migré buscando una oportunidad para mí y mi familia, debo advertir, que escribo un sábado (26 de octubre) sin saber los resultados de los comicios electorales y con la autonomía e independencia que se requiere.

Quiero decir que independientemente de la victoria y del “fracaso” electoral de los grupos y familias que están en disputa por el poder; a la población de magangueleña le interesa la unidad de criterios y la conjunción de acciones públicas y privadas para enfrentar con inteligencia y sin exclusiones los retos y los problemas del desarrollo territorial, es decir, que el crecimiento económico genere empleo estable y de calidad en Magangué y que desde el territorio sea posible la generación de oportunidades sociales de calidad en: alimentación, salud, servicios públicos (en agua potable, alcantarillado, y energía), educación, en vivienda, en vías, transporte público y en movilidad. A esto se une que la seguridad es y debe ser un derecho y un bien público para el disfrute universal de la sociedad magangueleña. En tal sentido, la tarea colectiva es lograr diseñar políticas locales en complemento a la política regional o nacional que fomente un desarrollo económico incluyente y sostenible para esto se requiere de un cambio estructural de su economía que conduzca a generar ingresos y riqueza en condiciones favorables para la gente. En virtud que Magangué tiene una vocación productiva y ambiental poco aprovechada para el desarrollo de la agroindustria y de actividades de servicios portuarios, de almacenamiento y de logística para el transporte de carga y de pasajeros, y, teniendo en cuenta que Magangué es el segundo puerto fluvial del Caribe colombiano sobre el río Grande de la Magdalena.

La dotación natural de sus ecosistemas puede permitir que Magangué obtenga ventajas económicas, sociales y ambientales a partir de su río, sus complejos cenagosos, su flora y fauna, lo cual es una ventaja que debe aprovecharse como oportunidad para generar una oferta de servicios turísticos y ecológicos que requieren de inversiones en infraestructura física y social con criterios de sostenibilidad. Este proceso debe ser planeado colectivamente para ordenar el territorio frente al uso del espacio y del suelo con vocación productiva y ambiental para el aprovechamiento de la expansión urbana y del desarrollo rural en conexión con la provisión de bienes y servicios públicos; donde la actividad empresarial y laboral basada en emprendimientos de alto valor debe ser su soporte y donde es necesario el uso del conocimiento científico, la tecnología y la innovación. 

Otro reto por asumir como sociedad es mejorar el sistema local de oportunidades sociales a través del fomento de una educación pertinente y de calidad, esto requiere de acciones e inversiones en formación docente, en planta física y en infraestructura tecnológica, en dotación de bibliotecas y laboratorios; más la adopción de la jornada única con transporte y alimentación escolar adecuada. 

 Por supuesto, unido a que las acciones colectivas propendan por la articulación entre los niveles de educación preescolar, primaria, secundaria y universitaria para que la niñez, la juventud y la población adulta puedan desarrollar sus capacidades dentro del territorio.

Esta es una tarea ciudadana y no solo del alcalde de turno. Luego, la participación y el control ciudadano pueden evitar que el alcalde y su gabinete se extravíen con su grupo de interés en el ciclo perverso que ha vivido por largo tiempo nuestra amada Magangué.

*Magangueleño, licenciado en Ciencias Sociales. Economista, especialista en Gestión Pública y magíster en Evaluación y Calidad de la Educación. Profesor universitario e investigador junior (Colciencias, 2019).

Quizás te interesa...