La Cuarta Via

No es con opiniones como cambiaremos el mundo, sino con acciones

En la Cuarta Vía

Por: J. J. Rubiano

Con esto de la pandemia que hoy azota al mundo veo mucha gente de diferentes estratos y profesiones en el mundo, lanzando sus opiniones –eso me incluye a mí- sobre la imperiosa necesidad que existe de que cambiemos nuestra forma de actuar en el hoy que vivimos.

Creemos, cada cual, desde su óptica, que nuestras opiniones pueden -de una u otra manera- sensibilizar a aquellos que nos dan el honor de leernos, de tomar conciencia e iniciar ese proceso, cuando realmente no es ni va hacer así.

Realmente el mundo lo cámbianos es con acciones y no con opiniones.

Por muy buenas que ellas sean o descabellas en algunos casos, nuestras opiniones no son sino eso, opiniones de una persona en un mundo.

Un mundo en el que hoy viven cerca de 7.700 millones de personas, según las últimas estimaciones de Naciones Unidas y que de acuerdo a las proyecciones tendrá para el 2050, 2000 millones de personas más.

Lo cambiaremos cuando no sea una obligación por una ley, que cuidemos al medio ambiente, que protejamos a nuestros animalitos, cuando le demos el verdadero valor que tiene la protección a nuestros adultos mayores que son los verdaderos sabios de la humanidad.

Este es el mundo en el que hoy vivimos y de verdad es una auténtica lástima. Hemos ganado algunas cosas, pero también hemos perdido muchas otras. Se supone que la evolución significa ir hacia delante, ¿pero, realmente lo hemos hecho?

Yo creo que no, es evidente que la sociedad ha avanzado muchísimo, sobre todo en la tecnología, pero nuestras mentes se han quedado atrás y muy atrás.

Hemos juntado todos nuestros esfuerzos en satisfacer nuestras necesidades, pero nos hemos olvidado de lo más importante, y es evolucionar como seres humanos. Esto significa trabajar nuestro corazón, nuestra alma y nuestra mente.

Todos y cada uno de nosotros anteponemos nuestro bienestar a cualquier precio, dañando a todo aquel que se nos cruce.

La soberbia en muchas ocasiones se antepone a la razón y la necesidad, como lo sucedido recientemente en nuestro país, cuando nuestro presidente en una acción de soberbia, rechazó dos máquinas para detectar el covid-19 en plena pandemia y cuando Colombia no tiene las suficientes, todo porque el donante era el Presidente Maduro.

Muy seguramente el mundo no va a cambiar a la velocidad que todos lo estamos esperando, pero cuando lo haga tu y yo, y todos habremos formado parte de ello, cuando realmente nadie creía que ese cambio se podría dar.

Es por eso que hoy no solo lo creo, sino que estoy convencido, que no será mi opinión ni la de otros destacados columnistas o líderes del mundo lo que cambiará el planeta, sino las acciones que cada uno de nosotros pueda realizar en su defensa.

Nos llegó el momento de ser verbo y no sustantivo.

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