Como era de esperarse, el ruido alrededor de las objeciones presidenciales a la Ley Estatutaria de la JEP es inmenso y retumbará por muchos días hasta cuando no se dé el próximo paso, para eso tenemos unos medios de comunicación muy activos y unas redes sociales esperando órdenes.
Entre cartas, titulares, posiciones, entrevistas, reacciones y hasta amenazas el país reacciona de primera mano a la noticia que todos esperaban, ¿qué haría el presidente Duque?, fuese cual fuese la decisión el ruido lo se daba de una u otra parte y de gran tamaño, solo ruido sin el análisis previo, por ello apartándome de ese ruido, interpretó la decisión como una posición salomónica del presidente.
Una objeción parcial por inconveniencia, en 6 artículos, que según lo precisa Duque necesitan claridad, y esa claridad la debe asumir el Congreso de la República.
¿Pero es esto desconocer decisiones de la Corte Constitucional sobre la JEP?, pero que le vamos a hacer sí así es el sistema del país, el presidente tiene la competencia para objetar un proyecto de ley estatutaria. Sobre esto hay jurisprudencia muy clara de la Corte Constitucional, está simplemente ejerciendo una potestad prevista en la Constitución y, por este medio, aportando a un proceso de construcción normativa en el que ya han actuado el Congreso, al aprobar el texto, y la Corte Constitucional.
Hay que aclarar que una ley estatutaria puede ser revisada por el presidente. Claramente, los redactores de la Constitución consideraron que una norma estatutaria ya aprobada por el Congreso y declarada constitucional por la Corte puede todavía resultar inconveniente para el país y que el presidente es quien debe hacer esa evaluación.
Hasta ahí todo bien, bueno ahora miremos el tema político, para nadie es un secreto que la parte mayor de los electores cuando salen a votar, lo han hecho a favor de las propuestas del No o de la revisión del acuerdo, entiéndase seguidores de Álvaro Uribe Vélez, entonces que esperaban ¿Qué no se diera el debate a la JEP?, pues lo más normal y creo, que con la objeción de Duque, salió barata esta discusión, ahora debe pasar al seno del Congreso donde nuevamente el debate se calentara y ojala salga de ahí el documento final con que se terminará toda discusión alrededor de este tema, que es uno de los que mantiene polarizado al país.
Que no necesitaba las objeciones del presidente, ¿puede ser?, pero iba a llegar la ley donde lo va a solicitar, por eso se anunció además la presentación al Congreso una reforma constitucional para modificar el acto legislativo 01 de 2017 que incluya estos tres puntos que mejoran la Jurisdicción Especial para la Paz. Igual, señores, dejémonos de joder, yo se que queremos la paz rápida, pero los que ganaron las elecciones tienen el derecho de abrogarse revisar lo que se formuló, y lo están asumiendo, ahora miremos en el fondo si el palo puesto a la rueda es para destruir la carreta o es para mejorarla, ahí tengo otra reflexión, pero será para una próxima vez.