Uno de los países donde se adelanta el estudio es Brasil, que en la actualidad es el segundo que más reporta casos de coronavirus con más de 45.000 muertos y al menos de 923.000 contagiados.
El catedrático de farmacoepidemiología de la Universidad de Oxford, el español Daniel Prieto-Alhambra, reveló ayer que el Jenner Institute ya está produciendo la vacuna diseñada y desarrollada por científicos de esta universidad británica para poder distribuir en diciembre, una vez testadas.
El Jenner Institute, fundado en 2005, forma parte del Departamento de Medicina de Nuffield en la Universidad de Oxford y tiene como objetivo desarrollar vacunas para enfermedades de gran importancia para la salud pública mundial como la malaria, la tuberculosis o el VIH.
Según afirmó Prieto-Alhambra en una entrevista radiofónica, Jenner Institute espera tener los resultados definitivos de su ensayo clínico para demostrar la eficacia de la vacuna hacia finales de octubre o principios de noviembre.
“El Jenner Institute está trabajando en una de las vacunas que están más avanzadas, está ya en fase 3, llevan reclutados cientos de pacientes y esperan tener resultados hacia octubre o noviembre. Sería la primera en comercializarse”, declaró el científico español.
“El laboratorio ha tomado el riesgo de empezar a producir ya la vacuna para que, si funciona, poder tenerla en el mercado inmediatamente. El laboratorio ya está asumiendo que funcionará. La fase 1 y 2 parece que funciona”, dijo el catedrático.
Prieto-Alhambra reconoció que “aún no tenemos los resultados de eficacia. No sabemos hasta qué punto protege” y precisó que se tiene que hacer “un estudio muy grande, de hasta 10.000 personas, para poder testarla”.
De otro lado, la directora de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la española María Neira, declaró ayer que ve factible que la vacuna contra la COVID-19 llegue a principios de 2021 y pidió que se fabrique y distribuya con “equidad”.
La experta indicó que “es fundamental el desarrollo de la vacuna, pero también asegurarse de que la fabricación y la distribución se producen con equidad”.
La Organización Mundial de la Salud igualmente anunció ayer el fin definitivo de los ensayos clínicos con hidroxicloroquina en el tratamiento de pacientes con la COVID-19.
Igualmente el organismo advirtió ayer que la dexametasona, el esteroide que ha conseguido reducir considerablemente la mortalidad en casos graves de COVID-19, sólo debe utilizarse en pacientes críticos, no como fármaco para evitar el contagio del coronavirus.
“Es especialmente importante subrayar que hay que usarlo con supervisión médica, no es un fármaco para casos leves ni puede tener uso profiláctico, es un antiinflamatorio muy potente”, aclaró en una rueda de prensa el director ejecutivo de la OMS para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan.
Dato
Pekín puso en marcha ayer medidas extraordinarias para contener el brote de coronavirus en su principal mercado, como la de hacer test a los empleados de todos los restaurantes, universidades y mercados de la ciudad.