El científico Mark Rodger de la Universidad de Warwick encontró una proteína en las gallinas que pondría fin al popular enigma científico.
La antigua pregunta filosófica sobre qué fue primero, el huevo o la gallina, ha desconcertado a la humanidad durante siglos.
A lo largo de la historia, se han propuesto diversas teorías y argumentos, pero nunca se había alcanzado un consenso científico.
Sin embargo, recientemente, un grupo de científicos ha logrado arrojar luz sobre este enigma que ha fascinado a generaciones.
A través de investigaciones y estudios, la ciencia finalmente ha resuelto el debate y revelado la respuesta que muchos esperaban.
Para entender el enigma del huevo y la gallina, es esencial comprender los conceptos de origen de la vida y evolución.
Según la teoría de la evolución, todas las especies evolucionaron a partir de ancestros comunes a lo largo de millones de años.
En el caso de las aves, se cree que se originaron a partir de antiguos reptiles. A medida que estos reptiles evolucionaron, algunas de las características que los distinguían se fueron modificando, incluyendo la forma en que ponían sus huevos.
La genética desempeña un papel fundamental en el desarrollo y la evolución de los seres vivos.
Los genes contienen la información hereditaria que determina las características de un organismo y se transmiten de una generación a otra.
En el caso de la gallina y el huevo, según descubrieron Rodger y sus colegas de la Universidad de Warwick y Sheffield -ambas en Inglaterra-han descubierto que la clave está en una proteína hallada en los ovarios de las gallinas, llamada ovocleidina-17 (OC-17). Esta es responsable de la formación de la cáscara del huevo de la gallina.
Se ha demostrado que este gen se encuentra únicamente en las aves, lo que sugiere que la gallina fue la primera en existir.
Con base en los estudios genéticos y las investigaciones sobre la evolución de las aves, la respuesta científica al enigma del huevo y la gallina es clara: la gallina fue primero.
“Nuestro estudio nos hace detenernos por un momento y pensar si el huevo del que salió la primera gallina fue realmente un huevo de gallina. Tuvo que haber un embrión que se transformó en la primera gallina, pero el ‘huevo’ que pusieron sus progenitores no tendría el aspecto de un huevo de gallina tal y como lo conocemos hoy día”, le explica Rodger a BBC Mundo.
La gallina, con su material genético y su capacidad para producir el gen OC-17, fue necesaria para que se formara la cáscara del huevo como la conocemos. Sin la gallina, los huevos no podrían tener una cáscara sólida y protectora.
Sin embargo, seguidamente agregó: “nunca tendrá una respuesta definitiva, en el sentido de que no se puede verificar de acuerdo a métodos científicos”.