La Cuarta Via

Sabes ¿Por qué se celebra el año nuevo? ¿Porqué el 31 de diciembre es el día para finalizar el año?

En la Cuarta Vía

En los largos tiempos de la historia no siempre se consideró que el 1°de enero comience el Año Nuevo. El origen de esta fecha tiene que ver con una modificación que impuso la Iglesia Católica hace 436 años.

Fue el Papa Gregorio XIII quien cambió el calendario en 1582 para que lo adopten todos los países católicos. Entre los primeros estuvieron España, Italia y Portugal.

Desde entonces los católicos establecieron, en un proceso de varios siglos, el calendario gregoriano a nivel global. El nuevo sistema de medición fue bautizado así en honor al pontífice que lo estableció para sustituir al calendario Juliano que se utilizaba hasta ese momento en el mundo.

El juliano, utilizado desde que Julio César lo instauraró en el año 46 a. C.. se basaba en el egipcio, el primer calendario solar creado por la humanidad.

Pero este sistema tenía un desfasaje importante con el tiempo astronómico que dificultaba el cálculo de la celebración anual de la Pascua de Resurrección que depende, a su vez, del equinoccio de primavera.

Esa fue una de las razones por las que Gregorio XIII ordenó su reforma, que fue publicada por la bula Inter Gravissimus, de 24 de febrero de 1582.

El calendario gregoriano se originó a través de dos estudios realizados por científicos de la Universidad de Salamanca, los cuales fueron enviados a la Santa Sede. El primero fue rechazado y el segundo fue finalmente aceptado por el Vaticano, en 1578. Cuatro años después, el papa dio la orden de sustituir el calendario juliano que ya llevaba más de 15 siglos.

En el juliano, el Año Nuevo comenzaba el 21 de marzo o el 1 de abril, porque el calendario juliano tenía como primer mes a marzo (en latin Martius); enero (en latín Ianuarius) estaba en el número 11, el cual corresponde con noviembre del gregoriano.

El reajuste suprimía diez días, por lo que al 4 de octubre de ese año le siguió el 15, dando inicio al calendario gregoriano. Los países protestantes inicialmente rechazaron la reforma pero la fueron implantando en los siglos siguientes.

Uno de los últimos países en implementar este calendario gregoriano fue Rusia. En 1917, poco después de la Revolución, Vladimir Lenín abandonó el calendario Juliano que regía hasta entonces en su país para acoplarse al resto de Europa..

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