Por José Dolores Berrio Berrio
Región Cañahuate. Con una nutrida caravana de personas en motos, carros y de a pie y con globos blancos en sus manos que se apostaron a la entrada del pueblo, barrio San José, fue recibido por familiares y coterráneos, el féretro del joven Rodolfo Quiroz Estrada, que fue trasladado en un carro fúnebre desde la Arenosa, donde había fallecido el lunes por la tarde, tras ser arrastrado por las crecientes del arroyo del Jardín Botánico, hasta su natal La Ventura de Las Bellas Arenas, municipio de San Benito Abad, Región de El Cañahuate.
La caravana acompañó al féretro en su recorrido póstumo, frente la casa de los padres del fallecido, el vehículo realizó una parada en la calle por espacio de 5 minutos, pues el estado del cuerpo no permitió ser velado en la casa de sus padres. De allí siguió el recorrido hasta el cementerio comunitario donde fue sepultado en medio de escenas de dolor y llantos acompañado de una lluvia de pañuelos y globos blancos con los que el pueblo despidió a su hijo querido.
Rodolfo Quiroz Estrada, tenía 27 años, había nacido en el corregimiento La Ventura de Las Bellas Arenas, en el hogar formado por Rodolfo Quiroz, natural de Villa López, San Juan de Betulia, Sucre, de ocupación agricultor y Berta Estrada Cárdena, nacida en Las Bellas Arenas, de ocupación modista, de esa unión conyugal nacieron dos hijos, ambos ya fallecidos. Berta, la madre de Rodolfo, antes de su unión conyugal con Rodolfo, tuvo 4 hijos, dos hombres y dos mujeres, los cuales se dedican a labores agrícolas y comerciales y conviven en unión marital.
Rodolfo, estudio en la IE La Ventura y posteriormente, se trasladó a la ciudad de Barranquilla, Atlántico, donde realizó algunos estudios que le facilitaron el ingresó a la vida laboral. Se desempeñaba como asesor comercial de una clínica de la ciudad Arenosa.
“Era un joven alegre, amable, respetuoso y muy social, que siempre guardaba en su ser una sonrisa y una mirada de optimismo frente a la vida”. Así, lo recuerdan sus familiares y amigos que ayer lloraron su temprana partida de este mundo.
Era un joven amante de la pintura y la música, con muchos sueños, que alcanzar en la vida, algunos los logró realizar en su corta estadía en la tierra y otros, se fueron con él a la gloria eterna, guardados en su noble corazón de hombre humilde, emprendedor y aclamado por el pueblo.
¡Paz en su tumba por siempre!.