La Cuarta Via

¿Tiene nuestro modelo de salud pública capacidad para enfrentar la falta de gobernabilidad sobre las Empresas Prestadoras de Salud?

En la Cuarta Vía

Por José Reza

La propagación del coronavirus Covid-19 en el país es un asunto de salud pública, no por la magnitud del evento, sino porque implica la afectación de muchas personas al mismo tiempo, lo cual genera necesidades de respuesta inmediata en materia de salud pública. 

“Hay problemas de salud pública mucho más importantes como la gripe estacional, que mata cada año a muchas más personas”, por lo tanto “el problema no es de magnitud sino de la severidad del contagio y la forma como se ha venido produciendo una contaminación de persona a persona”.

Se tiene  la necesidad de tomar medidas para tratar de controlar las rutas de contaminación y proteger a la población más vulnerable; un proceso que recae principalmente en el sistema de salud colombiano. Este sistema está formado en Colombia por dos regímenes que coexisten: el contributivo (privado) y el subsidiado (público) y tiene repartidas las competencias a nivel gubernamental, a partir de la Ley 715 de 2001, entre la Nación y las entidades territoriales. En consecuencia, se trata de un sistema mixto y descentralizado.

Según esta ley, en el área de salud pública la gestión es función esencial del Estado y para tal fin la Nación y las entidades territoriales concurrirán en su ejecución; las segundas tienen a su cargo desarrollar las acciones en promoción y prevención dirigidas a la población de su jurisdicción. En consecuencia, la descentralización otorga al municipio autonomía en varios asuntos, en especial en el manejo de recursos.

No obstante, frente una contingencia como la que vive el país por la presencia del coronavirus y ante el inminente aumento en los casos de contagio, se esperaría un trabajo coordinado entre los distintos niveles de gobierno y entre los sectores público y privado que permita unificar las medidas de control y prevención y la implementación de las estrategias, planes y programas. 

El principal desafío para controlar esta pandemia es la falta de gobernabilidad de los gobiernos nacional y locales sobre las Empresas Prestadoras de Salud, lo cual se ve reflejado en las medidas individuales y hasta contradictorias entre la Presidencia de la República y las alcaldías. 

“El sistema de salud colombiano no es un buen sistema para responder adecuadamente a una situación como esta. “Los hospitales son empresas que venden servicios; no hay contratos con las EPS que aseguren que van a prestar el servicio y el gobierno no tiene la estructura institucional para prestar la atención a quien debe”.

Pandemias como el coronavirus constituyen una gran amenaza con posibilidades de desestabilizar toda la estructura social. Sin embargo, toda amenaza significa también la oportunidad de reflexionar, replantear y realizar cambios, en este caso, sobre nuestro sistema de salud y la capacidad de reacción ante situaciones eventualmente catastróficas.

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