POLITICAZOS. De Joaquín Romero Calle
Sí, Oscar Iván Zuluaga, el excandidato presidencial del Centro Democrático en el 2.014, ha sido encartado dentro de la investigación adelantada por la Fiscalía General de la Nación, con respecto a la indebida y clandestina financiación de Odebrecht, a la campaña política del pupilo y ex ministro de Hacienda de Alvaro Uribe.
La revista Semana, en estos días de puente, publicó un extenso informe periodístico, completo y detallado, con respecto a las averiguaciones adelantadas por aquel órgano de control, que ineludiblemente, desembocarían, en imputación de cargos, por la entrada ilegal de dineros de la contratista brasilera, a los fondos para sufragar gastos electorales de la gesta proselitista del popular “Zurriaga”; apelativo éste, que surgió espontáneamente, de una humilde mujer del pueblo, por equivocación, al recordar y expresar mal, el apellido Zuluaga.
La situación de Oscar Iván, la tornó complicada, otro uribista, de los llamados “pura sangre”, Daniel García Arizabaleta, quien haciendo uso de un principio de oportunidad, ha hecho entrega de elementos materiales de prueba, en donde constaría, como cierta, la revelación que ha hecho este amigo y copartidario de Zuluaga. Descarnadamente, Semana, desmenuza con pelos y señales, la actuación de la Fiscalía y da por inevitable, la comparecencia del excandidato, a la causa penal abierta.
La pelea, es abierta entre allegados al corazón político de Alvaro Uribe Vélez; aquellos, combaten a “tiburonescas” dentelladas judiciales, para acabarse uno a otro, al interior de las huestes de la mencionada colectividad partidista y, como para incentivar más la pelea, Semana, vocera oficial no declarada del uribismo, periodísticamente, le da el despliegue señalado, para que se conozca, la calaña moral de los implicados en la contienda y en las atenciones de Odebrecht.
De nuestra cuenta, no hemos estudiado, para conocer a ciencia cierta, ¿cuáles son los hechos concretos, que constituyen delito o delitos, en la conducta de Oscar Iván, “Zurriaga”? ¿Cómo se tipifican penalmente, dicho o dichos punibles? ¿Y cómo está producida la adecuación típica de los mismos, en el proceder de dicho ex aspirante a Presidencia?
De pronto, en aquel momento, eso no era delito. Se está hablando del 2.014. No obstante, dadas las referencias públicas de la multinacional brasilera, prestidigitadora de la corrupción, es muy censurable, así sea moral y socialmente, el arrimarse por dinero, a una compañía como la identificada. Es señal inequívoca, de que el colombiano interesado en el billete Real -moneda brasilera- para financiación oscura de su campaña presidencial en nuestro territorio, Zuluaga, tiene tendencia incontenible, hacia la corrupción.
La misma, más privilegios para unos cuantos, que han distinguido la administración del Estado, en doscientos años de República independiente. Ayer, escribimos nota, resaltando el nombre del profesor Gustavo Domínguez Acosta, por haber sido, en su vida laboral, un educador; un servidor de la humanidad. En cambio, Vargas Lleras, convoca a Uribe, a acompañarlo, a oponerse a las reformas que el gobierno pretende, para la clase trabajadora colombiana. Y Pastrana, invita a estos dos, a unirse, para impedir que el pueblo, gane elecciones 2.023.
Y esos, son líderes políticos; seguidos por millones de colombianos, entre quienes, son mayoría, los asalariados de bajas remuneraciones. Doscientos años de esclavitud económica y política, a manos de una clase social privilegiada y beneficiaria, en exclusiva, de los favores del Estado.